En estos días el Consejo Escolar del estado está ocupando muchos minutos mediáticos. Muchas personas de diferentes sectores sociales y profesionales están pendientes de lo que decide, de lo que propone, de su agenda de reuniones, etc. De repente se ha convertido en referencia del ámbito educativo, pero... ¿conocemos realmente este organismo? ¿Cuáles son sus funciones? ¿Quiénes lo conforman?
En mi caso particular, maestra de Educación Infantil en la escuela pública, poco sabía de dicho organismo. Nunca había inundado mis días, ni había acaparado mi atención, ni siquiera como profesional de la Educación Pública. Por eso me pregunté el porqué hace unos días, y me sentí confusa. Decidí investigar a fondo sobre él. El producto de mi análisis os lo dejo al final de esta entrada, y lo que aquí escribo es mi conclusión personal al respecto.
En primer lugar, me sentí muy decepcionada con el lenguaje tan poco inclusivo que encontré en la página del Ministerio de Educación y Formación Profesional. Desde que se formó el gobierno actual me sentía algo reconfortada por percibir que, al menos, iba a ser el gobierno más feminista que hasta el momento de mi corta vida democrática había visto. Pero de golpe la realidad me zarandeó, y me ha hecho más consciente de lo mucho que falta por hacer. Y no solo por ese lenguaje inclusivo inexistente de la página oficial del ministerio, sino porque al analizar quien conforma el famoso consejo, las cifras me han tumbado del todo. La Educación es un sector feminizado, y a medida que descendemos en edades, más feminizado está. Pues bien, el porcentaje de mujeres en el Consejo Escolar del Estado es del 36,11% (39 de 108 miembros son mujeres). ¿Curioso? No, reflejo del funcionamiento de nuestra sociedad.
Otra de las cosas que me sorprendió bastante al analizar este organismo, es el nivel de representación tan alto que tiene la Iglesia. Para empezar, de las 12 familias representantes en el consejo, 5 pertenecen a la Confederación Católica de Padres de Familias y Padres de Alumnos. Por supuesto, solo aparece padres en su nomenclatura. Y… ¡vaya sorpresa! Son 5 hombres. De las 7 familias restantes, decir que pertenecen a la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA), parece ser que las alumnas aún tienen que esperar a ser representadas por la nomenclatura. De estas 7 personas, 3 son mujeres. Choca bastante con la realidad que vivimos en la escuela pública día a día. Por ejemplo, en la encuesta lanzada desde mi tutoría para construir un “telecole” entre todos y todas, de 18 familias que han contestado; 16 eran madres. ¿Curioso? No, reflejo otra vez de la sociedad que tenemos construida. Pero sigamos con la Iglesia. En personalidades de prestigio (imagino educativo, porque no lo aclara el ministerio), tenemos a uno de los involucrados en la Fundación Escuela Cristiana de Cataluña, ligado estrechamente al obispado de Barcelona e impulsor de varias iniciativas de enseñanzas pastoriles para la convivencia cívica. Nos encontramos también en el consejo, con organizaciones que participan activamente, como la Federación Española de Religiosos de Enseñanza y Titulares de Centros Docentes Católicos (FERE-CECA).
Sigamos con las sorpresas. La representación de la escuela privada y de las empresas en el Consejo Escolar del Estado. Es decir, la representación de la privatización de un derecho como es la educación. En cuanto al profesorado, de 20 personas, 5 corresponden a profesorado de la enseñanza privada. Según el propio ministerio, es la proporción correcta en base a la realidad. En cuanto a las familias y al alumnado, no especifica si son consumidores de enseñanza pública o privada. Pero sí dedica dos sectores de su composición a titulares de centros privados y a organizaciones empresariales. El primer sector está representado por la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza (ACADE), la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), la Confederación de Centros Educación y Gestión (E y G) y la Federación Española de Religiosos de Enseñanza-Titulares de Centros Católicos (FERE-CECA), ya citada anteriormente. Cuentan con 4 miembros. El segundo sector, las organizaciones empresariales, se ve representado por la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME). Cuentan también con 4 miembros. En total 8 personas que representan directamente la privatización de la que hablaba. ¿Cuántas personas representan estrictamente la enseñanza pública? ¿Qué plataformas defensoras de la misma tienen su sección concreta y definida? Ninguna.
Por último, no quiero dejarme el análisis en cuanto a partidismo se refiere. Al investigar las figuras que aparecen, me ha sorprendido ver como un porcentaje importante tienen a sus espaldas una carrera política. Muchas de las personas del consejo están estrechamente ligadas a partidos políticos. De hecho, hay muchas de esas personas cuyo currículo político ocupa más líneas que su currículo educativo. Por ejemplo, la representante del Consejo Escolar de la Comunidad de Madrid. A la cual se le atribuyen muchas de las medidas causantes de los recortes que han intentado la destrucción de la escuela pública en dicha comunidad. Y una vez más me pregunto: ¿curioso? No, una prueba más del sistema en el que vivimos.
Todo lo anterior es reflejo de que las cosas cambian por fuera, solo hacia los medios, hacia lo que vende. Nos hacen pensar que vivimos una edad de oro en cuanto a libertades, oportunidades, derechos y democracia. Pero a la hora de la verdad, estamos muy lejos de todo ello. Las instituciones y organismos oficiales siguen ocupados por las mismas personas que hace 40 años. Ahora oímos una y otra vez que la crisis sanitaria que padecemos nos va a hacer cambiar. Y yo espero que así sea. Pero que nos influya tanto, que seamos capaces de cambiar el poder de manos. Solo así evolucionaremos de verdad como sociedad. Solo así recuperaremos lo que de verdad es de todos y todas: la sanidad, la educación, la justicia, la libertad, la igualdad y la democracia. Y solo así, un Consejo Escolar del Estado sería realmente útil para toda la comunidad educativa de la enseñanza pública.
Estefanía González Polo.
Maestra de la Escuela Pública.
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